lunes, 9 de abril de 2012

Menudo bicho

Está visto que los pegapalabras resentidos a cierta edad se quitan la careta y dejan al descubierto su perfil sectario y amargado. Esta señora retrata hoy dos de sus característiucas principales: la supina ignorancia y la mala baba. 


No tiene ni idea del ideal socialista del kibbutz, construido con el trabajo igualitario de hombres y mujeres en la época en la que las mujeres como la Sra. Regas iban con mantilla y de luto en España (si, tiene edad para ello). No tiene ni idea del papel esencial que el judaismo y el sionismo da a las mujeres. No en sus casitas, como en el Islam: en el papel de heroinas. Desde la reina Esther, a Golda Meir (otra que tuvo edad de conocer mientras las mujeres de la quinta de Regás sólo podían aspirar a freir huevos). 

Pero es que escribir de la situación de la mujer en Israel, el único país donde gozan de derechos absolutamente iguales a los hombres (como también los disfrutan los gays desde los años en los que cohetáneos de la Sra Regas les tiraban piedras por las calles de su pueblo), considerando la situación de la mujer en TODOS los países de su entorno, es mucho más que un sarcasmo: describe la catadura moral y la mala intención de quien moriría por envenenamiento si se mordiese la lengua